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- Ok computer (Radiohead, 1997 Parlophone)
- Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932)
Mucho se ha hablado de la influencia que tuvieron obras canónicas de la ciencia ficción como “1984” o la que nos ocupa en “Ok computer”, una de las grandes obras de la música popular y que en unos meses cumplirá un cuarto de siglo. Las letras adquieren significados ocultos y abstractos en referencia a distopías y un sonido muy denso, eléctrico y experimental que marca otro rumbo en la evolución del grupo. La obra de Huxley, un clásico distópico sigue siendo una lectura actual fundamental y nos acompaña en el viaje que nos proponen Radiohead.
Tras “The Bends”, un disco impecable con unas composiciones brillantes y un sonido potente producido por Nigel Goldrich, que supondrá fundamental en los siguientes trabajos, el grupo publica su tercer álbum en mayo de 1997. Grabado en la mansión de St Catherine 's Court a las afueras de Bath, un palacio que utilizaron The Cure para grabar Wild Mood Swings, “Ok computer” se abre con “Airbag” y nos avisa de que estamos ante un disco diferente en el que se conjugaron sonoridades experimentales, con loops, electrónica y potencia rock. “Paranoid Android” es una de las cumbres del disco, compuesta por varias partes y que nos recuerda al rock épico de King Crimson o al kraut rock de Can. Sigue “Subterranean Homesick Alien” con sus referencias a extraterrestres y “Exit (Music For a Film)” que iba a aparecer en Romeo y Julieta y que tiene como influencia la versión de Zeffirelli, una melodía absorbente en un crescendo brutal y épico que utilizaría el gran pianista Brad Mehldau junto a “Paranoid Android” como objeto de interpretación jazzística y de expresión de su revolucionario trio. “Let down” nos muestra un trabajo guitarrístico sobresaliente de Jonny Greenwood y Ed O’Brian, mientras que “Karma Police” y “No suprises” supusieron los grandes singles y vídeos del disco, unas melodías ejemplares muestran unas letras entre irónicas y reflexivas respecto al mundo moderno, el control y el capitalismo. También hay espacio para canciones más experimentales como ``Electioneering” o ``The tourist”. Ok computer sigue sonando hoy como cuando pudimos descubrirlo en 1997, conmovedor, enorme, variado. Tanto la música como las letras, los temas y el diseño gráfico configuran una obra inconmensurable, una reflexión sobre el hombre en el momento en el que nos ha tocado vivir, cuestionando el desarrollo del capitalismo mundial que continúa vigente.
“Un mundo feliz” (“Brave new world” en inglés) se publicó en 1932 y es la obra más conocida del poeta, dramaturgo, ensayista y filósofo Aldous Huxley, uno de los autores más peculiares que ha dado las letras inglesas en el siglo XX, en el que hay una forma nada convencional de tratar el mundo en la que conjuga el misticismo, los viajes, la parapsicología o la experimentación con las drogas. En la novela acompañamos a un grupo de estudiantes en el conocimiento de la reproducción artificial y cómo este método articula la organización social del estado mundial. La manipulación de la reproducción garantiza una estructura social que nombra las diferentes clases (Épsilon son una suerte de esclavos mientras que los Alfa son los dirigentes). Para el mantenimiento de esta estructura, el Estado se asegura el control férreo de la educación, que transmite sus valores a través del sueño y de la droga, el soma, que cura las depresiones y se utiliza como válvula de escape y evasión. Huxley inventa dos personajes protagonistas contrapuestos, Lenina es la ciudadana feliz, mientras que Bernard es contestatario y cómo en la trama van evolucionando y descubriendo con ello la estructura y mimbres del que está hecho el mundo distópico del que habla, que cuenta con “reservas” donde viven los “salvajes”, los no adaptados al mundo feliz. El autor inventa un mundo al que no le falta detalle, con un orden político, estratificación social y desarrollo tecnológico avanzado y en el que introduce personajes históricos reales (como Freud o Ford) que le sirven como crítica de los años treinta en la que fue publicada. Hay aspectos premonitorios en la obra que hacen que siga plenamente vigente: la aceptación que la sociedad hace de su esclavitud gracias a los medios de comunicación, el brutal desarrollo tecnológico que permite también un mayor control y sometimiento y sometimiento de un “primer mundo” a las zonas de salvajes o subdesarrolladas, la desinformación o la banalidad de un mundo híper tecnológico.
En ambas obras encontramos reflexiones que confluyen, ¿la gente llegará a amar su opresión y a adorar las tecnologías que puedan anular su capacidad de pensar?. Huxley plantea en su distopía que la gente no leerá libros porque no son necesarios, todas sus necesidades están cubiertas. Es probable que vivamos en una especie de amnesia general de la que no podemos escapar como nos planteaba Huxley, pero el disco de Thom Yorke y compañía es un grito liberador y una llamada a la acción.
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