𝗨𝗡 𝗗𝗜𝗦𝗖𝗢 𝗬 𝗨𝗡 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢, ¿𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗘𝗦𝗖𝗨𝗖𝗛𝗔𝗡𝗗𝗢? 𝗨𝗡𝗔 𝗦𝗘𝗟𝗘𝗖𝗖𝗜Ó𝗡 𝗗𝗘 𝗛𝗔𝗖𝗛𝗘 𝗠𝗜𝗟𝗧𝗢𝗡
Dos creadores coetáneos completamente libres y originalísimos, inimitables que reventaron la concepción del piano jazz en el primer caso y de la poesía en español en el segundo. Cada uno tenía un estilo tan personal que cuesta encontrar alguien de su estatura.
Thelonious Monk (1917-1982) fue un pianista y compositor estadounidense de jazz con un estilo tanto interpretativo y compositivo único, peculiar e inigualable. Es uno de los músicos fundadores del bebop en los años cuarenta, ese estilo revolucionario junto a otros titanes como Charlie Parker, Dizzy Gillespie o Max Roach, también tocó posteriormente hard bop y jazz modal. Es uno de los compositores de jazz más recordados e interpretados, con joyas como "'Round Midnight", "Straight No Chaser" o "Blue Monk". Monk. Las grabaciones de los años cincuenta “Genius of modern music 1 y 2” “Thelonius Monk & Sonny Rollins” o “Brilliant corners” son absolutas obras maestras. “Monk” de 1964 que incluye tres composiciones originales y varios estándares de jazz con su banda habitual de los años sesenta incluye al grandísimo y poco reconocido Charlie Rouse al saxofón tenor, Ben Riley a la batería y Larry Gales al contrabajo. Se trata de una grabación maravillosa con un sonido cercano y unos músicos acertadísimos bajo la producción del gran Teo Macero. La portada del álbum es una icónica del propio Monk. Los tres temas originales son absolutas obras maestras, la melodía tan extraña, atractiva y perezosa de "Pannonica", dedicada a la mecenas del jazz Pannonica de Koenigswarter, "Teo" que homenajea al productor del álbum y la juguetona “Children song”. Entre los standards, interpretan “Just You, Just Me”, “Liza”, una versión preciosa de “Autumn in Paris” y "I Love You Sweetheart of All My Dreams" a piano solo.
Nicanor Parra (1914-2018) fue un poeta, profesor, físico e intelectual chileno y una de las figuras más influyentes de la poesía universal. Es uno de los considerados padres de la antipoesía. Si ya en “Cancionero sin nombre” se descubre a un poeta original, será en los años cuarenta y sobre todo en la década de los cincuenta cuando revolucione la poesía con “Poemas y antipoemas” de 1954. En los setenta continúa con su original concepto de la poesía, en la que todo cabe, en la que se oye la voz reflexiva, irónica y potente de un genio. Los setenta están marcados por una obra absolutamente vanguardista, una caja que incluye en su interior 242 tarjetas postales con eslóganes e ilustraciones. Este librito que celebra el centenario del nacimiento del poeta chileno, reúne una colección de selectos poemas y artefactos absolutamente deslumbrantes, todos ellos se encuentran en la “Antología poética”. Entre los poemas que incluye del mítico “poemas y antipoemas” encontramos “Autorretrato”, “Preguntas a la hora del té” o “Recuerdos de juventud” o “La cueca larga”, un poema del libro homónimo (1959). De los años sesenta destaca “Versos de salón” el maravilloso “Manifiesto” o “Los dos compadres” y “Último brindis” de “Canciones rusas”y “Defensa de Violeta Parra”, ambos de “Obra gruesa”. Entre los artefactos, esos poemas visuales, que combinan fotografía y palabra y mucho humor destacan “Respuesta del oráculo”, “En caso de resurección”, “Artefacto dramático”, “Las botellas vacías del autor” o “Voy y vuelvo”.
Incomprendidos en su tiempo, considerados genios hoy en día, tanto Monk como Nicanor nos señalan caminos intransitados, formas nuevas de crear con un lenguaje nuevo y una imaginación inabarcable. En “Solo de piano” uno de los geniales poemas de Nicanor concluye con “Yo quiero hacer ruido con los pies y quiero que mi alma encuentre su cuerpo” y nos imaginamos a Thelonius Monk traduciendo a notas al poeta chileno.
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